Trabajar,
comer dormir…vivir como autómatas es vivir sin prestar atención, sin pararnos a
reflexionar, sin ser conscientes de la dirección, del sentido, del proyecto de
nuestras vidas.
"Las
metas dan sentido a nuestra vida” eso es lo que nos dice J.Lorente y, si estoy
de acuerdo, nuestra vida debe tener un sentido, una dirección.
La vida no es de color rosa, tampoco es gris, la vida puede ser
multicolor.
Las cosas no son sencillas y a veces resulta complicado mantenerse fiel a ese
proyecto, a esa meta, surgen dificultades, aparece el desánimo y las creencias limitantes,
el “no sé”,
el “no puedo”,
la pereza, la inconstancia, etc. Son en esos momentos cuando nos gustaría tomar
ese “ibuprofeno”
como solución milagrosa, como si fuera una varita mágica. Lo que pasa es que el “ibuprofeno”
nos ayuda a calmar ese estado rápidamente, pero no transforma valores,
comportamientos, hábitos, no crea un sentido.
Para crear un
sentido, crecer y evolucionar se necesita parar, reflexionar y tomar
consciencia de uno mismo para no caer en la trampa de culpar al resto del mundo
y de “inventar”
las mil excusas. Y eso necesita tiempo, no pretendamos tener manzanas, sin
haber plantado el árbol, sin dejar que eche raíces y sin dejar que maduren sus
frutos.
También se
necesita paciencia, constancia, disciplina y algunas preguntas para ir
respondiendo:
- ¿Qué es lo que realmente quiero en la vida? ¿por qué? ¿para qué?
- ¿Con qué valores me identifico?
- ¿Qué es lo que hay en mi vida que me hace feliz? ¿qué es lo que me apasiona?
- ¿Qué voy a hacer hoy para dar un paso más hacia mi misión personal?
- ¿Qué voy a hacer hoy para sentirme mejor?
- ¿Qué aprendo de mis comportamientos y actitudes? ¿y de las de los demás?
Quizá te sientas identificado, si es así espero que te sirva de
ayuda.
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