El pez
favorito de muchos coleccionistas es la carpa japonesa, conocida comúnmente
como koi.
Lo fascinante
del koi es que, si se mantiene en una pecera pequeña, sólo crece cinco o seis
centímetros de largo. Si se coloca en un recipiente mayor o en un estanque
pequeño, crecerá de quince a veinticinco centímetros. Si vive en un estanque de
gran tamaño, puede llegar a crecer hasta cuarenta y cinco centímetros. Y cuando
está en un gran lago donde puede desarrollarse por completo, puede llegar a
tener hasta unos noventa centímetros.
El tamaño del
pez está en relación directa con el tamaño del recipiente donde se puede
desarrollar.
De igual
forma, es posible hacer una analogía con las personas: todas necesitamos un espacio ecológico para
crecer. Nuestro mundo determina nuestro desarrollo. Éste va a depender del
espacio y las oportunidades mentales, emocionales, espirituales y físicas que
decidamos darnos.
Del libro “Aplícate el Cuento” de
Jaume Soler y M. Mercè Conangla.
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