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diumenge, 26 de gener del 2014

UN MUNDO MEJOR. Àlex Rovira.

“Un hombre que huye de lo que teme a menudo comprueba que solo ha tomado un atajo para salirle al encuentro.”. J.R.R. TOLKIEN
Al igual que otros muchos maestros que nos llenan de luz, siempre hay un momento en el que recuperar el espíritu de la vida y narraciones de John Ronald Reuel Tolkien es como una necesaria y oxigenante parada en el camino.
En este sentido, las versiones cinematográficas de obras como “El Hobbit” y “El Señor de los Anillos” suponen una magnífica contribución para descubrir el genio creador de este filólogo inglés, a menudo clasificado como el padre del género literario ‘Fantasía Moderna’ (o ‘Alta Fantasía), pero también un maestro en el reflejo del alma humana, sus debilidades y fortalezas.
Los lazos, misterios, miedos y aventuras de humanos, enanos, elfos y seres malvados que pueblan las páginas de sus relatos están profundamente unidos a la expresión de valores básicos para convivir y amar. Una mirada, la de Tolkien, que transformada en hazañas de héroes y antihéroes, es una oda a crear un mundo mejor a través de la unión, de la amistad, del coraje, del amor. Mirada de un hombre que vivió tiempos complicados y que transmite sus inquietudes personales: como huérfano católico educado en una religión mal vista en un entorno protestante, en contacto con lo industrial y también con la naturaleza; como testigo más o menos directo en las dos grandes guerras mundiales. Tolkien, ya en los años 50 del pasado siglo, hace que sus fantasías beban de realidades duras, en una forma de resiliencia, de crecimiento personal que incluso es educativo. Así, sus novelas son una herramienta de diversión y aprendizaje para sus propios hijos. De hecho, sus libros más célebres, los mencionados “El Hobbit” y la posterior trilogía “El Señor de los Anillos”, fueron concebidos como cuentos para su familia, además de funcionar como vehículo donde volcar su experiencia académica.
Hoy, y gracias al director Peter Jackson, los mensajes extraordinarios de estas historias se pueden disfrutar en imágenes, como las de este fragmento que quiero compartir. Corresponde a la película “El Señor de los Anillos: Las dos torres”, segunda entrega de la trilogía. El portador del anillo que puede destruir el mundo, el hobbit Frodo, se encuentra en un momento de desánimo, en el que cree que todo está perdido. Su fiel acompañante, el noble y humilde Sam, le transmite un mensaje de esperanza digno de las Buenas y grandes personas. Dos minutos emocionantes y conmovedores que os invito a sentir.
Porque, como bien dice el mismo Tolkien, “El valor se encuentra en lugares inesperados”.
 Besos y abrazos,
Álex


PD.: Para los interesados en este gran escritor, una productora estadounidense ha anunciado que prepara una película sobre la vida de J.R.R. Tolkien.






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